16 de junio de 2009

Mi amigo Santaolalla

bajofondo_02

Mis deberes bloguísticos se ven obstruidos una vez más por mi falta de continuidad (y de tantas otras cosas que no hace falta enumerar).

Empiezo brevemente este recuento, resumiendo muy acotadamente la noche del 24 de Mayo en el Obelisco. Después de que varias bandas y músicos reconocidos, tocaran “covers” de himnos patrios, llegó lo que para mi era el plato fuerte, el cierre de Bajofondo (Una banda que me gusta mucho y que nunca había visto en vivo). Y a su vez es una de las pocas bandas que posee integrantes de los cuales soy medio fan individualmente, como Luciano Supervielle, Juan Campodónico (a quien es muy simpático verlo haciendo lo que podría llamarse “air conducting” que seria algo así como “air guitar” pero en versión de director de orquesta) y Gustavo Santaolalla.
Más allá de poder destacar lo poderoso que suena Bajofondo en vivo, lo único que me gustaría remarcar es un individuo que parecía formar parte del staff, quien arriba del escenario (a un costado de la banda), bailaba frenéticamente como si estuviese en una rave electrónica. Era tal su energía (y peculiares pasos electrónicamente espásticos) que tengo ganas de encontrarlo por si algún día organizo una fiesta, poder contar con un remador de fiestas profesional como el.
Por supuesto siempre tengo evidencia filmográfica (presten atención para detectarlo, aparece en el fondo a la izquierda generalmente):

Y a continuación les cuento los hechos del 25 de Mayo. Ese día Santaolalla iba a dar una charla en un teatro de la Boca, y yo no me lo podía perder (en realidad si podía, claro que sí, se me pierden muy fácilmente las cosas, pero no quería).
Con el tiempo muy justo me subí al 29 (el colectivo preferido por Coppola), y ahí es cuando comenzó mi racha de suerte. Durante el largo viaje se largó una importante lluvia, lo cual le dió un clima perfecto al feriado. Para cuando el colectivo me deja en la puerta del teatro, la lluvia ya había parado (muy oportuno).
A todo esto yo estaba prácticamente seguro de que estaba llegando tarde y que en caso contrario ya estaba la sala llena. Cuando me acerco a la puerta, dando un vistazo para asegurarme que estaba en el lugar correcto, una chica sale con unas entradas en la mano, preguntándome si quería ir a ver la charla de Santaolalla. Yo le agradezco como si me hubiese salvado del apocalipsis y me apresuro a entrar. En la sala que (calculo) podría acomodar 200 personas, había solo unas 30, de repente me sentí estúpido y afortunado simultáneamente.
Mientras se empezaba a llenar la sala un poco más, noté que la chica que me dió la entrada estaba sentada atrás mio y me di cuenta de dos cosas: a) no era ninguna chica y tendría unos 30 y pico. b) obviamente trabajaba en el teatro.
Al poco tiempo hizo su entrada Santaolalla. Dado que me interesa mucho (y una de las tantas cosas a las que me gustaría dedicarme es) la producción musical, y este señor es uno de sus máximos exponentes, estaba chocho.
santaolalla_g_4_500 La charla empieza y habla de sus comienzos y etc, etc. En un momento se abren los micrófonos para las preguntas del público y pobre tipo Santaolalla que con toda su trayectoria los mejores seguidores pudo tener son una sarta de inútiles.
Uno de los primeros en preguntar es un papanatas que a la mitad de la charla se le dio por sentarse justo adelante mío y fastidiándome la vista perfecta que tenia. Era un yanqui mochilero (probablemente exiliado de su país) que en realidad no tenia ninguna pregunta, solo se mandó un discurso de que habiendo estado unas semanas en Buenos Aires, se sentía más argentino que norteamericano. Y a mi que pinga me importa?? pero claro, el aplauso no se hizo esperar.
Era gracioso porque todos se presentaban como si fuese un grupo de alcohólicos anónimos: “Hola, me llamo Walter, soy músico”. Uno se puso medio político y empezó a hablar y quería saber (o eso es lo que se entendió muy vagamente) sobre las responsabilidades que tiene un músico con cuestiones sociales y que el otro día habían cerrado una huerta y zarasa, zarasa. Y yo hubiese respondido “de que corneta me estas hablando?? que queres? que te haga el tema de la huerta?:

nononononono nono nono nono
me cierren la huerta-ta
nononononono nono nono nono
por favor

un éxito.”
Después le tocó a uno que quería saber donde se puede encontrar música fuera de los círculos comerciales, bandas que estén haciendo cosas diferentes. Santaolalla dijo que internet es el lugar que más potencial tiene para eso, ya que le permite al artista tener contacto directo con su público. Y el pibe repregunta “si, pero donde?”. Decir que el único objeto contundente que tenia encima, lo necesitaba, sino no hubiese dudado en hacerlo impactar contra su cráneo hueco. Dios mio, la falta de humildad, respeto y por sobre todo, neuronas, estuvo a la orden del día.
Luego una niñita rompió con el torrente de estupidez, para preguntarle cosas realmente importantes como cual era su comida favorita, su color favorito, etc, etc. Muy tierno, de no ser porque seriamente quería una respuesta para cada una de sus interminables preguntas. Tras algunas preguntas (no tan desastrosas) más, finalmente lo dejan hacer lo que mejor sabe, música.
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Cuando todo termina, yo me quedo esperando junto a otros 7 u 8 groupies, a que saliera el señor. Y voy a resumir esto (de hecho ya lo estuve haciendo), porque podría extenderme mucho más.
Sale el señor Santaolalla y obviamente no podían faltar los que le entregaban el demo (de sus respectivas magnificas bandas que no tienen éxito porque no fueron descubiertos por un influyente productor. ALERTA DE SARCASMO). “Yo también tengo un demo” le dije, y le entregué la edición 20 aniversario de Ushuaia a la Quiaca, que muy agraciadamente me firmó.
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Me subí al colectivo y volvió a llover.
Y básicamente eso.


”Tango electrónico era el de antes.” – Gustavo Santaolalla

4 comentarios:

  1. le hubieses dado un demo de Anandamide!!!

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  2. solo lei el final y a simple vista pense q ese demo era una caja de empanadas y pense q habias guardado una caja de empanadas ocn la hippisima firma de leon gieco...y lo crei posible, pero por suerte, no era una caja de empanadas...

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  3. No está al nivel del de Jualian Barnes, pero es defintivamente un gran post. Una auténtica joya perdida entre tanto cretinismo...

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  4. che, para cuándo el post de "Terminator Salvation"?

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