Bueno, este blog está juntando polvo y necesita un poco de cariño.
El mes pasado anduve por un Starbucks y me llevé un par de folletos (acumulamiento de basura con la excusa de ser “referencias de diseño”). Estuvieron tirados en mi escritorio durante semanas hasta que ayer los agarre para ver de que se trataban. Uno de ellos era sobre el servicio de Wi-fi que tienen los locales de Starbucks y el otro resulto no ser exactamente un folleto, sino un formulario de sugerencias…lleno. Me apenó un poco que las sugerencias de “Daniela” (de quien tengo todos sus datos, y quien sospecho yo debería haber puesto las sugerencias en alguna especie de buzón o haberlo entregado a un empleado). Es por eso que me pareció apropiado compartir estas sugerencias con ustedes y los encargados de Starbucks (que sin duda deberían leer el Diario de Menta). 
Daniela nos cuenta lo siguiente:
”Después de esperar durante más de media hora en la fila, la cajera me informa que no hay dulce de leche, le comento que deberían avisar antes para que uno decida si quiere esperar y se queda mirándome sin decir nada.
Compré solamente porque mis antojos con mi panza que [y aca no estoy seguro si tuvo una leve dislexia y dice “casi” (como pueden apreciar en la foto) o puso alguna otra palabra que no estoy capacitado para comprender] casi 9 meses no me dejaron irme.”
Que decir sobre esto? dulce de leche, antojos, cajera muda, nacimiento inminente. Es un poco confuso, pero quizás es parte de lo que ellos definen como “Experiencia Starbucks”.
Si tienen alguna conclusión por favor compártanla porque yo no tengo absolutamente ninguna.
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